A todas las personas, grupos, barrios y asambleas interesadas en lo Social:
Desde
aquéllos frenéticos días de mayo de 2011 hemos recorrido un largo
camino juntas. El GT. Social se creó en plena eclosión del Movimiento
15M, cuando
nos pareció tocar con los dedos ese otro mundo posible, con asambleas
masivas en las que participaban cientos de personas. En esos inicios, el
GT Social adoptó una organización que a todas nos parecía coherente con
el enorme volumen de personas y energías disponibles (estructura
asamblearia de grupo de trabajo, subgrupos y enlaces), e inició una
andadura que nos ha permitido mantenernos activas en el movimiento,
servir de plataforma de defensa y lucha para la defensa de una idea
compartida de lo Social, y crear una extensa red que ha demostrado ser
un imprescindible instrumento de lucha.
Pues
bien, ya sabemos que estas circunstancias han cambiado visiblemente.
Son unos cuantos los problemas con los que nos hemos encontrado. Muchos
los hemos superado haciendo camino al andar, con paciencia, respeto, e inteligencia colectiva. Otros, se nos presentan como retos inmediatos que tenemos que superar.
En
particular, tenemos que asumir que nos encontramos ante una situación
de baja participación que nos preocupa. De los seis subgrupos que
componen el GT. Social, tres de ellos están inactivos o han desaparecido
(Menores, Cárceles y Cooperación al), Intervención Social ha pasado a
integrarse en una plataforma más amplia, y sólo se mantiene plenamente
activo dos subgrupos (Diversidad Funcional y Espacios Comunitarios). Lo Social es un área muy importante que
actualmente no podemos atender por falta de apoyos. Aun así luchamos
por poner en valor nuestros principios de grupo, y por ello estamos
presentes en Foros, o por ejemplo en las últimas acciones como la Jornada de Derechos Humanos.
Nos
parece claro que en las actuales circunstancias la estructura actual
del GT de Social ha dejado de ser operativa. No se adecua a la situación
actual y no tiene sentido seguir fingiendo que existen fuerzas de
subgrupos que no existen, o que estamos coordinadas en un empeño común
cuando no lo estamos.
Por
lo que se refiere al conjunto del Movimiento 15M, asambleas, comisiones
y personas interesadas en lo Social, nos parece que volvemos a una
situación de atomización y descoordinación que está muy lejos de la
unidad que necesitamos para luchar juntas.
Al
mismo tiempo, somos conscientes de que quedan muchas energías
dispersas, y mucho interés en lo Social, repartido entre personas,
barrios, asambleas y otras estructuras. En definitiva, creemos que la energía sigue ahí, pero que nos hemos ido aislando y descoordinando progresivamente.
Pero
todo esto puede cambiar, esta situación no puede volverse crónica y
congelarse en el tiempo. No queremos que nuestras asambleas sean un
fósil oxidado en el vertedero mediático de los movimientos sociales. No
hay duda de que se avecinan ya nuevos recortes y agresiones a los más
básicos mecanismos de cohesión social, con especial impacto sobre la
población más precarizada, vulnerable, o en situación irregular, y
tendremos que estar preparadas para estar en la calle desde el primer
momento y hacer frente a la lógica aplastante de "los mercados". Solas
no seremos nadie, juntas podremos luchar. No son nuestras asambleas
quienes movilizan a la ciudadanía, sino los ataques a nuestros Derechos
Fundamentales, y cada vez que esto suceda, tendremos que estar
preparadas para actuar.
Queremos sumar, y ser capaces de adaptar nuestros modos de organización y relación mutua a las circunstancias actuales.
Urge
pues, una reflexión conjunta, desde el pleno respeto a la autonomía, de
todas aquellas personas interesadas en lo social que estamos
actualmente dispersas, con el objeto de repensarnos juntas, redefinir
estructuras, acumular las fuerzas disponibles, y ver el mejor modo de
relacionarnos. No se trata de perdernos en disquisiciones filosóficas estériles, sino de tres cosas muy simples: 1. Organizarnos. 2. Actuar. 3. Lograr cambios sociales.
Hemos
recorrido el camino más difícil, hemos hecho florecer las asambleas,
pero hay que cuidarlas. Nuestras estructuras no son un fin en sí mismo,
sino un instrumento para la acción. Ahora sólo tenemos que aprovechar
los cauces abiertos de participación y las redes que hemos conseguido
establecer, y reagruparnos para estar preparadas cuando llegue el
momento de actuar. No podemos permitir que se muera lo que tanto nos ha
costado crear.
¿Vamos
a asistir impasibles justo ahora, después de haber recorrido el camino
más difícil, a la culminación del desguace de lo Social?
¿Podemos permitirnos que los Recortes que se avecinan nos pillen sin energía y con el paso cambiado?
En el GT. Social todavía tenemos energías para evitarlo, pero
necesitamos la creatividad, apoyo, reflexión, fuerza y entusiasmo de
más personas. Cada una puede aportar su granito de arena.